Navidalgia: me duele el cuerpo después de la Navidad. Algunos trucos para manejarlo

Navidalgia: me duele el cuerpo después de la Navidad. Algunos trucos para manejarlo

Llega la Navidad y a la vuelta de las fiestas, las consultas de los fisioterapeutas se llenan de personas llenas de dolor. Dolores no parecidos a los habituales. A esto le llamo yo: Navidalgia.

¡Analicemos las situaciones que nos pueden llevar a aumentar las tensiones musculares y no ser víctimas de la Navidalgia!

Os recomiendo qué podemos hacer para mejorar y tener una Navidad ideal:

Comidas copiosas:

llenas de hidratos refinados y gluten, perfectos para generar más residuos, inflamación, dolor intestinal y por consecuencia dolor irradiado a la zona lumbar.

Antídoto: elige los alimentos que lleven menos hidratos de carbono en tu plato si se pone picoteo, trocea al máximo las comidas, llénate previamente con un buen vaso de agua, compensa a la comida siguiente con alimento más ligero, caldos e infusiones o sáltate alguna comida a modo de ayuno intermitente si puede ser a la noche. Sal a caminar para compensar o realiza algunos ejercicios de estiramiento. Evita las bebidas alcohólicas y refrescos.

Intoxicación postural:

Pasamos varios días en peor postura: si nos toca cocinar, arreglar nuestra casa, hacer compras, cabalgatas, cuidar de los pequeños, llegar a tiempo del trabajo para todo esto, seguir atendiendo las cosas habituales de casa y después, varios días en los que después de las comidas pasar horas sentados en sillas…tenemos el cóctel ideal para tener como mínimo molestias lumbares.

Antídoto: selecciona las cosas que verdaderamente son las importantes. Reparte el trabajo en varios días y momentos. Acuérdate que si tienes vacaciones son para disfrutarlas y no hacer es hacer. Descansa en las salidas y compensa si has estado demasiado tiempo de pie poniéndote una faja o la esterilla de calor. Utiliza parches de calor para las salidas en exteriores para no enfriarte. Abrígate.

Pasamos frío y vestimos con ropas no adecuadas:

solemos vestir con ropas más ligeras y más apretadas, pasamos frío cuando vamos de esas casas caldeadas a la calle, y a veces el calzado es incómodo. No es de extrañar que esto provoque muchísimas contracturas en cervicales y lumbares.

Antídoto: coherencia en la ropa, llévate alguna muda de zapato si vas a alguna fiesta. Abrígate bien en las salidas. Atención con las ropas estrechas a la altura de la cintura que podría provocar molestias lumbares y malas digestiones. Utiliza los parches de calor, que duran ocho horas, para no pasar frío si te vistes con ropa ligera.

Tensiones en las reuniones familiares:

en muchas familias se reúnen la familia cuando no es lo habitual, con todos los miembros, incluidos algunos con los que no apetece, cosa que provoca tensión previa al encuentro y por supuesto que es peor si hay enfrentamiento. Además si uno charla en la mesa y está girado un rato enfrascado en las conversaciones, eso suma una gran carga articular y tensión muscular de la columna.

Antídoto: A veces es mejor empezar por ser coherente y parar a pensar si deseas o no ir a ese encuentro. Si finalmente se va o se invita a la persona con la que se tiene una dificultad, tranquilizarnos y centrarnos en conversaciones que nos unan. Evita conversaciones profundas en las que se saquen trapos sucios y si la otra persona lo hace, no entrar en la discusión. Está bien intentar hacer juegos participativos en los que todos disfruten y generen buenos recuerdos y nos igualen como personas.

Proponte hacer actividades que te apetezcan o viajes que te gusten para sentir que las fiestas no sólo son encuentros familiares sino también momentos para disfrutar de un tiempo de distensión contigo o los tuyos.

Descanso alterado y viajes:

para los que viajan y someten a conducciones largas con condiciones meteorológicas adversas, ya también les supone un extra más.

Antídoto: haz descansos, usa parches de calor para los viajes para mantener tus zonas dianas de contracturas reservadas. Intenta compensar con siestas si has dormido poco.

Nostalgia en estas fechas:

para muchas personas, la falta de algún miembro de la familia le supone un sentimiento de tristeza que le lleva a pensar que estas fiestas no les gustan y pasan cerca de 10 días con sentimientos encontrados, recuerdo por los que faltan o nostalgia por los tiempos infantiles en que esas fiestas eran vividas de otro modo. Esto provoca resignación por lo que no podrá volver a ser como era.

Antídoto: genera un nuevo recuerdo o costumbre nueva en estas fechas.  Aprovecha para hacer cosas que te encanten hacer, desde descansar a ver alguna película, a meditar o a hacer alguna receta que nunca haces por falta de tiempo.

Economía afectada:

el gasto de estas fechas provoca incertidumbre en muchas personas con economías frágiles que arrastrados por el consumismo pretenden proporcionar todos los detalles que se suponen son imprescindibles para las fechas. Esta situación nos encamina directos a la depresión postvacacional.

Antídoto: recicla de otros años los objetos que puedas, simplifica las decoraciones. Regala con coherencia, más simple y creativo. Innova con recetas económicas caseras para las comidas.

 

 

Sabemos que muchas de estas cosas no sólo dependen de ti, pero no por ello tienes que resignarte. Ante todo, intenta disfrutar. ¡Felices Fiestas!

 

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